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Muchos
de nuestros compañeros tienen habilidades especiales para determinadas asignaturas,
es por ello que utilizar sus conocimientos es importante para salir de
complicaciones con algunos temas.
En mi curso yo he sido tutora de Literatura por varios años. Así mismo, mi amiga Erika ha sido mi tutora de química desde primero de bachillerato. Ella también
es tutora de tres de mis compañeros que, como yo, se hunden entre las múltiples simbologías
y las formas de la tabla periódica.
Para
empezar a proponer las tutorías dentro de tu aula debes primero conversar con
tus maestros. A la hora de obtener
la aprobación y colaboración de tus profesores los pasos son los siguientes:
Quién para qué: Hacer una reunión con tus compañeros es perfecto
para lograr extraer a quienes estén dispuestos a dar las tutorías. Regularmente
son compañeros que cuentan con las habilidades necesarias para colaborar en
determinada materia.
Horarios: No podemos pretender que el tutor(a) este siempre a nuestra disposición. Tú y tus
compañeros deben realizar una tabla de horarios para sincronizar las tutorías
de manera organizada.
Asesoría para tutores: Quienes tienen las mejores técnicas para instruir son
tus maestros. Cada tutor debe ser guiado y asesorado por el maestro de la
asignatura. Así el tiempo de las tutorías será pleno y de calidad.
Colaboración: Es imprescindible para todo acto voluntario, que los
beneficiarios (los compañeros) colaboren constantemente a que el tutor(a) pueda
ayudarles sin tropiezos. Un ambiente callado y en orden hará que el tiempo se aproveche
de manera óptima.