Colaborar es la mejor sensación
que existe. En una ocasión, cuando tenia unos ocho años fui a un albergue de niños
de mi edad. Jugaban, saltaban y corrían mucho, yo inquieta al fin, me uní al
coro y la pase súper bien. No sentí diferencia alguna entre esos niños y yo,
mas cuando volvía a casa, mi madre me comentó que esos pequeños con los que compartí
toda la tarde no tienen los mismos benéficos que yo. En mi familia nunca hemos
sido ricos, pero si siempre hemos contado con lo básico y algo más para cosas
adicionales. Al darme cuenta de esta desigualdad, noté que era injusto pues mis
nuevos amiguitos y yo teníamos el mismo derecho a ser felices, a ser atendidos y
protegidos.
Mi madre me contó que en el
albergue los cuidaban, pero necesitaban mucha ayuda para lograr mantenerse en
pie pues sus recursos eran limitados. Es allí donde comencé a desarrollar el concepto
de trabajo o colaboración social.
Ya de adolescente me integre en
varias comunidades de ayuda con el fin de seguir aportando a la causa. Un día
noté que mis compañeros del curso también querían colaborar así que hicimos un
grupo de rescate y colaboración.
Esa ha sido la mejor experiencia
de mi vida.
Lo que hicimos fue comenzar con el
concepto. Mediante una lluvia de ideas dimos con la línea que queríamos seguir.
Decidimos que queríamos hacer un grupo que en ocasiones de desastres pudiera
ayudar a los damnificados.
Al determinar nuestro norte, comenzamos a buscar formas de recolectar fondos y de que las autoridades nos
ayudaran a capacitarnos en rescate. Hicimos ferias, quermés, actividades recreativas,
conciertos y hasta lavamos carros. Al final de la temporada estábamos listos
para empezar.
Además de colaborar en ocasiones
de desastres, formamos grupos de recolección de alimentos para llevar cada dos
meses a el orfanato local. Así mismo hacíamos campañas de concientización para
que la comunidad entendiera la importancia de colaborar con nuestros
semejantes.
Espero que mi historia los incentive
a trabajar por una causa social. Nuestro país necesita de jóvenes que, de corazón, se comprometa a ser de éste, un mundo
mejor.